Cosas que me chocan (5). Que te griten en la calle.

En mis andares a pata por diferentes ciudades (y averigüatas al respecto con compañeras aquí y allá) existe una situación que me caga de sobremanera hace sentir ira: que pendejos extraños te griten cosas por la calle.

Cuando estaba yo más chavala quería transpolar actitudes masculinas a un correspondiente femenino para entenderlas (es que me cae, no lo entiendo) -Así hacía algunas hipótesis sociales en mi cabeza-. Solamente que:
1.- En siete años solamente dos tres veces he visto a chavas hacer eso.
2.- En los tres casos eran grupos grandes (yo ví a más de cuatro asomándose por una ventana) y los gritos eran tan fuertes que no se entendió nada.
3.- En uno estaban jugando verdad o reto.
4.- No podría acordarme de cuántas veces me han gritado a mi o he visto que le griten a otra mujer.
5.- Las últimas diez veces (aproximado mental) han sido weyes solos.

Hipótesis 1.- Hacerle al juego porque andas enfiestado y en bola: conclusión mía- No siempre.


Sí seré una exagerada y lo que sea, pero lo percibo como una agresión. Mi respuesta instintiva es sentirme agredida, y no soy la única ¿es esa la intención?

Hombres nacos del mundo, ya en serio, ¿Por qué hacen eso?

Cada ciudad en la que he vivido tiene como sus ondas sociales bien distintas, por ejemplo: En Chihuahua si nos pasaba pero era raro (sondeo). A menos claro que estuvieras en ingeniería (curiosamente, en todas las facultades de ingeniería que he conocido dicen que sucede lo mismo, pero me parece que allí es mucha la onda de grupo y sí se debe más o menos aplicar mi hipótesis 1 -espero-). En el norte, más que te griten, es común que oigas un "ts ts ts": supongo que para que voltees y viborearte bien (hipótesis 2).

En lugares acá tipo más ranchos, como Irapuato, había zonas peligrosas. Mi primera casa de asistencia estaba en una zona nice a un kilómetro de la orilla. O sea: había una plaza, luego un kilómetro de carretera, luego dos kilómetros de subida (pero eso ya era zona residencial). En la zona de carretera había veces que jóvenes/rucos nacos bicicletos gritaban en bola, había veces que no. Les temía más a los solos, porque uno tuvo toda la intención de manosearme en movimiento (traía el brazo para agarrarme un seno, de perdis), yo, que para aquellos entónces si sentía miedo me cuidaba y ya, ese kilómetro lo caminaba con una navaja piratona en la mano, no tan a la vista. No lo lastimé (me hubiera encantado, neta) ni me manoseó pero ahora que capto mi inconciencia: si nos caemos me pude haberme hecho daño sola. Hipótesis 3: Algunos no nomás tratan de molestarte con la voz.

Guadalajara era raro. Sólo te gritan si andas sola, era raro que nos dijeran algo si andabamos en grupos grandes o en pares (sí llegó a suceder pero era raro). No tenía nada que ver con cómo te vieras (Hipótesis 4: ¿Qué me puse hoy?), así fueras toda lagañosa y pasaras por una avenida, a webo alguien te gritaba. Pero allá es como más común. Allí me metieron otro susto: un señor viejón en una troca se detuvo y preguntó algo bien amable (iba precisamente al super). Yo en mi infinita mequez, escuché que preguntaba por una calle. Así que me detuve y pregunté algo como ¿Qué?. Y el tipo con el tono más seguro que he escuchado me dijo: súbete. Creo que respiré hondo, y me agarré corre y corre sentido contrario al que el venía.

Lo que me hace recordar algo que alguna vez me dijo un amigo: te ves bien indefensa.(Hipótesis 5).

Y precisamente en este instante caigo en cuenta que, lugar al que llegaba a vivir, tenía como una época de algunos meses que me vestía sobria y de negro, quizás me gustaba verme así, quizás me estaba escondiendo. Sépala.

San Luis es tranquilo. De hecho creo que es el único lugar donde los chavos te dejan bajar primero en los camiones. En Guadalajara, una amiga y yo teníamos toda una técnica para cubrir tu cuerpo en camiones llenos: las mochilas en la espalda, valemadre que batallen a pasar (ella le decía "las mochilas violadas" snif), para que no te roben no dejar carteras en las bolsas más accesibles, los codos a la altura de los senos cuando te empujan. Equilibrio y siempre siempre mirar a los ojos a la gente... ¡Ah si! decía. San Luis es tranquilo en transporte general, de hecho las rutas son bastante decentes. Pero si vas caminando por la calle, a weeeebo que alguien te grita algo. Y no se si es una racha o algo (Hipótesis 6), pero hoy -que ando un poco de malas- que traía una mochila con dos libros y un librotototote cargando dos bicicletos pendejos y un taxi (de tantos taxis que hacen eso me gusta más andar en camión en esta ciudad me cae) me gritaron algo... y son como mugres cinco cuadras. ¬¬

El punto es que me archirequeterecontraemputa que me griten en la calle, no se si es un agujero negro en la educación de la gente, si es una frustración interna de "esa chava nunca me va a pelar entónces voy a mortificarla" (Hipótesis 7), o si piensan que una se va a atacar de la risa, le va sonreir, le va a pedir que la acompañe y se acueste con ella (Hipótesis 8)...

Arg. Más argumentos para mi Hipótesis de subgéneros (9).... existen muchos subhombres.

Lamentablemente.