May 1, 2011

señorita meltdown. o de esas noches que me obligo a escribir algo.

Varias veces he estado a punto de cerrar mi blog (como un cliché- berrinche), sobretodo porque llego a un punto que me autocensuro o me da miedo. 


Pero el problema no es el blog, soy yo. En ocasiones he tratado de escribir todo lo que traigo atorado en una hojita para quemarlo y las palabras no salen. Se me atoran y se me pudren hasta que un domingo a medianoche me suelto llorando.


Y es que no he aprendido a dejar ir. Porque hay cosas que están tan pegadas a mi corazón que ya son parte de mí. Hay sentimientos que son más míos que de la persona-situación-recuerdo que los originó. No quiero compartirlos con nadie.


Ni conmigo misma a veces.


¿me estoy engañando?


A veces me escondo y guardo las cosas tan bien que las pierdo y las olvido. Y yo creo que ese es el punto... que tengo miedo porque soy bien pinche intensa y quiero guardar lo que siento en una caja y esconderla con la esperanza de que se me olvide.... pero con la ventaja de que algún día.


Algún día.


Si necesito lo que hay adentro nada más tengo que cerrar los ojos y tomar lo que necesito. Abrirlos y seguir como si nada se hubiera interpuesto. Pero por mientras las escondo... le tengo miedo y las escondo. Quiero decidir YA. Quiero tener una solución para mis revolturas emocionales ya. Quiero una explicación YA. Quiero tener el control.


Pero si saco todo lo que tengo, si lo hago lo voy a perder. Y no quiero. No estoy lista. Quiero que se quede dónde está. Aunque me duela a ratos y llore y explote. No estoy lista para sacarlo de aquí. 


Quiero que este sentimiento se quede conmigo. Cómo un recuerdo pequeño de algo que soñé de niña. Sólo lo tengo que transformar en algo más etéreo y más mío. 


Y mientras todo esto sucede en mi interior, en mi exterior me lleno de cosas que hacer, de ilusiones profesionales, de colores. De más sueños.


Escondo mi autocensura en una montaña de colores. 


-....
Estos días mi momento más feliz es caminar a casa sintiendo el viento en mi cara. Canto y lloro. 
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Y soy feliz encontrándome a mi misma, creo que por eso se me revuelve mi interior, es como si estuviera en una etapa dónde mi corazón es un cuarto dónde hago limpieza y cada que decido qué se queda y qué no revivo momentos. Atesoro momentos.


Con la ventaja que soy tan ingenua, que la basura se me olvida y desaparece de mi corazón. De a poquito.







2 comments:

E.M. Acosta Bolívar said...

acá arribita en los murmullos falta uno así: =) y otro así =') digo pa' yo poder marcarlos =p

Kuruni said...

voy a cambiar los murmullos me diste una excelente idea jaja.