Dec 10, 2010

piñoaventura de cuando estaba en la universidad.

(como las viejitas chocheo y recuerdo tonterías cuando no tengo nada que hacer -bueno si tengo que hacer pero no urge-)

Pues un sábado normal quién sabe qué chingados estaba yo haciendo cuándo me dijo que le había dado el teléfono de la casa a equis chavo (que conoció en un rait de los que comenté hacia la uni). Ese día en particular teníamos que estar en casa en la tarde porque queríamos rentar el cuarto libre y a las 4 p.m. había quedado de ir una chava a verlo. Pues cuando equis llamó (desde ahora le llamaré tipo 1) esta cabrona me dejó hablando con él mientras se metía a bañar. Tampoco recuerdo mucho la conversación pero debió ser más o menos así:

Él- Órale, ¿y también estudias biología?
Yo- Sí.
Él- Ah que chido… (silencio) oye no mames ¿a poco te gusta Iron Maiden?
Yo- El disco es un amigo pero sí.
Él.- ¿Y a tu amiga le gusta también?
Yo- (¿qué no sabe cómo se llama?) Noooo. Ella escucha banda y esas cosas.
Él.- ¿y tú como te llamas?
Yo.- ….

Para no hacer el cuento largo. El tipo había conocido a mi amiga elegantito y de traje porque fue a la universidad a trabajar, pero iba a invitarla a salir “sin su disfraz” (con todo el choro de “me vas a conocer como verdaderamente soy” de por medio que me lo aventé yo porque, ella se estaba bañando). Iba a llegar con su primo (¿o un amigo suyo? Bueno, tipo 2) y me convenció de no dejarla sola.

Pues como a la hora llegaron dos chavos completamente vestidos de choppers: camisa negra con nombres de bandas, chamarra de cuero, botas y todo el kit. Yo la verdad me reí mucho de la cara de mi amiga (que salía con sombrerudos y veterinarios) y de la subsecuente plática incómoda de “este es el verdadero yooooo”. Ellos se quedaron platicando un rato, mientras en mi plática con tipo 2 salió que yo tenía novio y él se ajustó en su papel de patiño acompañante y ya.

Después del shock inicial salió que muy cerca- de nuestra casa ensayaban los primos de uno de ellos que tenían una banda y shalalá. Y qué bien padre y que vamos y que un ratito. Yo, que no me había bañado (¡era sábado!) los acompañé en el plan de que equis al cabo que teníamos que regresar tempra. Yo asumí que íbamos a caminar (era muy cerca) pero al salir a la calle estaba el resto del traje de chopper: dos motos.

Ps allá vamos las dos de tontas en las motos al-cabo-estaba-cerca. El muchacho 2 muy amablemente me prestó su casco y me explicó que él tenía diez años manejando su moto así que sí sabía manejar y que no me preocupara. Y que fuera tan amable de dejarlo manejar y que en las vueltas no lo jaloneara porque es peligroso. Entonces yo –bien obediente- recordé mis clases de barra (así se llamaba): espalda derecha y equilibrio. Y aparentemente sí la armo de pasajero porque me felicitó y todo el show mientras en los altos veía a mi amiga botada de la risa grite y grite que se iba a caer y el chavo diciendo que se movía mucho y que se iban a caer.

Después de cómo veinte minutos cómo que me cayó el veinte que estábamos bien pinche lejos y le pregunté a dónde íbamos y me dijo que con la banda que estaba en sabe dónde (o sea si ensayaban cerca de la casa pero no estaban allí ¬¬). Después llegamos a un jardín. Nos abrieron dos señores muy elegantes medio malencarados.
Era una boda.
La banda estaba trabajando.
Llegamos –en motos- y nos colamos a una boda pipirisnais de sabe Dios quién.
Yo traía un pantalón de mezclilla rotito y la blusa más viejita y usada del mundo. Y no me había bañado.

Mi amiga y yo teníamos mucha hambre y -ya ni modo- nos quedamos a comer con la banda “mira les presento a tal y tal ellas viven por dónde ensayan, órale mucho gusto” (hasta eso estaba muy rica la comida). Después de un ratito empezamos a chingar con que nos debíamos regresar por nuestra nueva compañera rentera (un poco preocupaditas de qué tan fresa sería la chava y sí la espantaríamos con semejantes circunstancias –porque para esto yo me iba a bañar ese día para causar una buena impresión jajaja-). Y pues ya, el paseo en moto de regreso y yo con la duda de ps que pedo con mi amiga y el tipo 1.

Llegando al depa (y faltando como media hora para que llegara nuestra nueva probable roomie) yo sentí el vibrón del chavo de tirarle la onda a mi amiga y su amigo y yo nos sentimos como medios incómodos y nos fuimos a la cocina (recuerdo qué nos sentamos en el piso porque casi no había muebles). Yo estaba botada de la risa y le dije que qué pedo, que nunca me había colado a una boda… y él me dijo básicamente qué le había pasado lo que a mí: empezó el sábado sacándose los mocos y llegó el amigo a sonsacarlo. También me dijo que cómo que a su amigo le faltaba callo, que era medio intenso y qué probablemente lo iban a batear. Yo no me preocupé por mi amiga porque es de muy pocas pulgas, pero cómo que los dos lo vimos venir. Tratamos de platicar de cosas más agradables y luego oímos como una discusión… Tipo 2 y yo nos mirábamos en silencio así cómo decidiendo si ir o no ir. Creo (porque no recuerdo bien) qué yo le grité a mi amiga y ella dijo “ven”. Y allá vamos los dos.

Llegué y me senté con ellos. Estaban muy cerca platicando y todo normal. Ella me dijo:
- ¿Quién va a venir ahorita a las 4?
- ¿Por qué?
- ¡Es que no me cree!
- Pues la chava que va a rentar el cuarto…

Y luego yo ya no puse mucha atención (suelo no poner atención). El amigo y yo nos sentamos en el piso pero ahora de la salita y pues no teníamos mucho de qué platicar (y como que él ya se quería ir). No recuerdo bien pero asumo que seguimos platicando esperando a que se despidieran. Y luego el horror.

- No wey, Yo no me voy a acostar contigo.

Volteamos y él le decía cosas y ella lo quitó. Nunca había visto a alguien batear a otro alguien con tanta seguridad y de tan cerquitas. NO. Y el tipo entre que se reia y la trataba de convencer y ella ya se estaba enojando. Yo la vi tan molesta que de plano dije “¿Estás bien?” (¡Estábamos en el mismo cuarto!) y ella me hizo señas de que me sentara a su lado. El amigo tipo 2 se levantó y le dijo “wey, ya vámonos” ¡y el otro no se quería ir! A mi me dio mucha pena ajena (y del impacto, risa) pero lo más feo fue que entre que el otro le insistía, ella lo cagaba, yo me quedaba seria y el amigo trataba de salvarlo habían lapsos largos de silencio (ahora que lo escribo me quiero acordar si el tipo andaba tomado pero no, ni al caso, nada más era intenso).

Cuándo al fin el tipo se cansó y se fueron. Como a los diez minutos llegó la posible nueva compañera con su novio. Si le caímos bien y sí se quedó. El mismito día que se mudó le contamos lo que pasó ese día y le hizo mucha gracia.

1 comment:

YoSabina said...

JAJAJAJA... ¿por qué a mí no me pasan cosas tan divertidas?

Pinche wei intenso...

YoSabina