Que feo es no tener internet.

Buu. En serio. Aunque a lo mejor luego tengo, o tal vez nop. Tengo como chorromil cosas pendientes (un examen, un plan de clases, una ida a GT, una ida a XZ -y por eso no he llamado a mi casa porque siempre que llamo y no se cuando llego se enojan conmigo-, una tipo comida, una tipo posada, una arreglada a este changarro (o sea mi cabeza), a lo mejor otra tipo posada de la generación de hacediezaños, una vuelta a mi best friend, una probable escapada a una convención, a lo mejor unas vacaciones.... quien sabe cuales se armarán y cuales nop).

Y como que es terapéutico pasar por aquí a alegar. no recuerdo a quien le dije, pero a veces estoy tentada de titular al blog: "cuando todos los días estás en tus días".

Pero ya no tengo gastritis (ni internet, mencioné que no tengo internet?), ni van a volver ir por la renta el sábado a las ocho de la mañana.

Y borré donde voy porque por aquí pasan moscas chismosas ("alguien de la universidad que no te voy a decir quien es me dio la dirección de tu blog y me dijo que andabas de comunicativa indiscreta") pero a estas pinches alturas del partido ya ni se. ¿Tendrá caso ser paranoica? No se pierda su próximo capítulo. (cuando vuelva a venir donde hay interneeeeeeeet XD).