Una de las cosas que más presentes tengo de mi tutora de la licenciatura (una doctora rusa que era médico de formación pero biólogo de closet) fue que los mexicanos tendemos a tomar las cosas muy a pecho en cuestiones de trabajo... todo lo tomamos "personal". También me hizo el comentario de que las personas del norte eran un poquito menos propensas a eso (menos nenas pues) en su experiencia. Curiosamente compartíamos parte de esa experiencia, y de verla con miedo -aún me cohibe- la vi como compa, de hecho la siguiente vez que fui a preguntarle algo fue a preparar te para ambas.
Viene al caso porque hoy recibí un correo donde -con toda la razón del mundo- con la mejor educación posible me solicitan ir por mis cosas y devolver las llaves. Y pensaba también -con toda la razón del mundo- que si bien mi xjefe tiene razón y no tiene nada de malo terminar un ciclo decentemente (de hecho aún hay proyectillos pendientes) me parece incomodísimo e innecesario (probablemente no nada más para mi) hacerlo con burlillas de los compañeros alrededor. Me parece más decente hacerlo en fin de semana tranquilamente (para tirar lo que haya que tirar sin prisas) y el lunes que esté el lugar limpiecito ir para entregarle las llaves en persona con mi primera versión del trabajo en puerta (así se quita el factor "se fue como las chachas" porque también me parece poco elegante no dar las gracias al dar un paso así). Aunque por la forma de ser de el yo se que quizás si existe algo personal allí (¡damn, lo conozco!) yo no lo voy a tomar así y no voy a permitir que se tome así.
Tan tan, jajaja a veces me ayuda mucho escribir en la toma de decisiones, en mi caso me hace ver si estoy orgullosa de lo que proyecto. Shalala.
Y lo pirata es que me terminé acordando de mi tutora... ¿cómo estará?
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