Mar 7, 2008

Dos pesadillas, dos.

Tuve dos pesadillas. ¿Cómo pudieron ser dos si -ahora sí- ni me levanté al baño? Y como siempre, revolturas de películas, historias, etc.

Pesadilla 1: Una casa que se parece a la casa de mi abuelita, y cuando estaba allí tenía la sensación de que la he soñado varias veces. Era una especie de asilo. Pero los ancianitos tenían una especie de virus-zombie. Como eran ancianos no tenían mucha fuerza ni nada peligroso... siempre y cuando no te notaran. Lo especial era que yo vivía debajo de la cama (que era una cama a su vez) y mi forma de ir y venir a través de los espantosos y polvorientos cuartos. Recuerdo vagamente que uno de los viejitos me observó y comenzaron a perseguirme. Recuerdo un paquete de perfumes relativamente nuevo. Recuerdo que debajo de las camas las cosas eran menos sucias y viejas.

Pesadilla 2: No se cómo brinqué de ser perseguida bajo camas a una fiesta al aire libre: a mi me sucede que en sueños tengo poderes y se lo que va a pasar unos momentos antes, sobretodo cuando hay peligro.

Entónces: Yo vi que llegaban unas botargas (jajaja) a la fiesta como para amenizar pero que eran extraterrestres (?) y que iban a matar a todos. Como no conocía a nadie y no me iban a pelar (y soy bien gacha supongo, puesto que uno suele decidir en sueños lo que haría en la vida real -¿que no?-) pues opté por mirar a mi alrededor para huir. En eso observé las botargas a lo lejos y aprovechando que nadie más se veía huyendo (si soy muy mala onda) me escabullí a lo que parecía una casa (o los baños), para segun yo salir por la parte de atrás. Mientras me alejaba, escuchaba la fiesta y de pronto, gritos.

En cuanto empecé a escuchar los gritos me di cuenta que me debía dar prisa, pero parecía que la casa no tenía salida del lugar, entónces pensé en esconderme. Pero casi no tenía muebles ni cosas parecidas el lugar. Estaba casi vacío. Oí algo atrás de mi. Y una mano color azul metálico brillante (neta) abrió la puerta. No me dio miedo (raro) y opté por fingir demencia y por no verlo bien (chin), pero era un monstruito, pequeño, con la cabeza grande, ojos negros y manitas azules tipo pokemón. Raro. Y yo no me asusté. Me quedé en blanco. Se acercó a mi, me tocó y como lo miré de reojo oí que dijo a alguien (como si pudiera escucharlo aunque no estuviera allí): "tengo un gato, pero se parece a los de afuera".

Me llevó hacia afuera y había varios entes que no se parecían entre sí. Y desperté. (tarde para variar).

Me choca soñar que me persiguen, despierto muy cansada. Si hubiera soñado esto ayer, me cae que mi texto hubiera estado más... colorido.

Pero bueno, un alien imaginario me dijo que soy un gato. jajaja.


1 comment:

Incognita said...

Mira, he aprendido que tus sueños son todo menos aburridos, y que tratar de encontarles significado a ellos es imposible...jajaja. un abrazo