Dec 2, 2009

final de temporada.

Este es el post número 400 (o quizás 300 y feria, porque algunos son borradores para subir fotos)... pero bueno, es el 400.

No se que tanto diantres he escrito y la verdad para ser tantos años (son tres creo) que abrí esta cosa no es mucho... como que tengo la costumbre de agarrar temas por temporadas, que coinciden con las temporadas de mi vida.

Pues inicio otra temporada pronto. Y estos días me la he pasado corre y corre para terminar bien esta (tomando los nombres de los créditos y así). Lo gracioso es que no puedo evitar ver hacia atrás y saber (no creer) que si he cambiado mucho.

- No me interesan los chismes. Si alguien me dice algo en mi cara perfecto. Si no no me importa. Perdí dos que tres no amistades porque en realidad no eran tan conocidas pero si me caían bien. Lo gracioso (ja) es que yo me enteré del chisme más de un año después... por casualidad. Mis amigos que eran mis amigos en la temporada pasada ya ni me cuentan chismes de esos. :D

- Me gusta mi soledad. Pero puedo comer algo que me encanta mirando hacia la ventana o hacia la nada. Y es más, me gusta a veces no esperar a nadie para comer lo que se me antoja (y a veces recuerdo todos los pedos que me trajo adquirir esa habilidad hasta ahora).

- Pero lo bonito es que no estoy sola. Cuento con la gente y la gente cuenta conmigo. Tengo amigos lindos y me he aprendido a comprometer y arriesgarme. Estoy enamorada y soy correspondida... y tengo la oportunidad de crecer en esta relación y generar bases sanas.

- No hay fracaso más intenso que no hacer nada. Si fracasas lo intentaste, vuelvelo a intentar. Y en esos intentos se me irá la vida... porque me encanta más intentarlo que deprimirme porque mis miedos me paralizaron.

- Me encantó dar clases. En serio. Adoro a mis alumnitos... hay de todo: fresones, listillos, ñoños, flojos, trabajadores, alegones, conflictivos, sonrientes... Pero les tomé genuino cariño. El primer semestre que les di clases yo andaba un poco espantada y seria, este semestre mostré quien verdaderamente soy (¡y no me corrieron por ir a dar clase en converse!) y eso me reconcilió conmigo misma. Y creo que los lazos que se generaron son más fuertes. Espero que hayan aprendido... porque yo si aprendí mucho de ellos.

Inicio de nueva temporada próximamente.

Siguiente paso: vacaciones.

2 comments:

Indigente Iletrado said...

No creo que no hacer nada sea un fracaso. En realidad es una habilidad complejísima. La mayoría invierte su tiempo en pendejadas, rascándose la panza o pensando como evadir sus problemas. Pero realmente no hacer nada es un arte que algunos llaman meditación zen o sufismo. A mi me gusta rascarme la panza, eso sí.

Dar clase es bonito. Aunque a mí sí me querían correr por decirles que me cagaba en la 'Guadalupana'. Cof, cof. Pero esa es otra historia.

Ana Marinera said...

Congrats sis!!!