Hace dos (o tres?) depas, yo vivía en un edificio de tres pisos. Como el nuevo hogar estaba en el PRIMERO (corregido - gracias Xerófilo!) teníamos un maravilloso patio inmenso para hacer carne asada (yo lo usé nomás una vez) el caso es que según mi roomie a las cuatro de la mañana en punto (+-) oía a los señores de la casa de arriba haciendo más hijos (cosa graciosa era que yo nunca supe bien a bien cuantos hijos tenían porque siempre me imaginé que todos los amiguitos de la escuela se la pasaban allí, yo conté más de cinco). El caso es que la recámara principal era de la roomie (ella era mi rentera) por lo que se asumía que era lo mismo en el depa de arriba. Yo tenía la impresión que sobre mi recámara estaba el cuarto de los niños porque de pronto en las madrugadas escuchaba pelotas rebotar o arrastrar de muebles. Pero nunca ni gritos ni juegos ni regaños ni nada común en niños. Tons pensé que mi amiguis se imaginaba cosas o que no aplicaba para mi cuarto (el de ella tiene digo tenía ventana a un patio al igual que las otras recámaras).

Sucede que en aquél entónces yo me desvelaba hasta casi siempre las 4 a.m. /con messenger en busy/ con la tele prendida -repiten tooodo en el sony en la madrugada-/ escuchando a Yeah yeah yeahs (un disco que me quemó una compañera)/ y -según yo- estudiando (bueno si podía estudiar con el relajo, en realidad el silencio me deprimía).

Y un día de esos pasó uno de los niños tarareando:

ticktick-ticktick-ticktick-ticktick

Me dio sabe que y compré audífonos XD.