Igual lo dejo aquí.
- Eres adorable. Sigues siendo una romántica.
Ella se sentó mirando la ventana.
- Soy muchas cosas Lú.
- ¿Entonces?
- Pues sí, me uní a ellos.
- Sabes que van a perder. A los humanos ningún Dios los protege ya. Tú te estás metiendo en el grupo más iluso.
- Quizás. Pero sabes que no lo hago por los humanos.
Sintió ese frío tan característico que lo anunciaba. Volteó y lo miró a los ojos. Eran aún más fríos.
- No es personal Lú. Sólo tenemos intereses diferentes.
- Yo quiero conservar mi poder. Es todo.
- Exacto. Tú no has cambiado de giro. La política y la muerte son un buen negocio para tus intereses. Yo le voy a la vida, a eso me dedico y me parece más útil. Si tú y la… meretriz esa que te sigue logran tener ese poder absoluto que anunciaban los paranoicos de antes pues la verdad me vale madres.
- No me digas que no extrañas la atención, el poder, los regalos, los altares…
- Pues no tanto. Me hacían responsable por cualquier cosa. Los otros Dioses son unos caprichosos pervertidos y el mundo estaba lleno de semidioses con poderes. Es más fácil hacer las cosas si no tienes muchedumbres idiotas haciendo cosas en tu nombre. Me alegra que los humanos hayan aprendido a mover sus manitas para lograr lo que buscan. Ahora tengo más tiempo libre… por así decirlo.
Lú sonrió.
- Yo sólo te ofrecía un trabajo. Pues bien, eres demasiado tonta para ser una Diosa. Suerte con tu ciencia.
Y desapareció.
Pinche Lucifer, siempre que Lilit le pone el cuerno quiere reorganizar el Apocalipsis. ¿Quién chingados le dijo donde trabajo?
Hécate cerró la ventana y suspiró.
3 comments:
Ahhhhhhh.....Me gusto mucho.
Una de los mejores textos que se escribieron.
Un saludo ...chaux
ya vine para acá tú.
saludos.
Reggis frape:
Gracias por las porras.
lilith:
Gracias por la visita.
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